012. Cómo activar tu trabajo y tu motivación, enfocándote en tus fortalezas.

Hasta los profesionales más automotivados se enfrentan a períodos «oscuros», en los que la motivación y el entusiasmo decaen. Las razones son variadas, a veces circunstancias externas al entorno laboral como problemas personales, familiares, etc. Otras, situaciones diversas que se dan en la empresa, un cambio de jefe, una mala relación, falta de liderazgo, etc.

Hay que seguir, pero …

¿Cómo hacerlo con el ánimo relativamente alto?

El Dr. Martin Seligman, psicólogo y escritor estadounidense (Albany, 1942) y padre de la corriente llamada «Psicología Positiva», relató la historia de una camarera a quien estuvo acompañando un tiempo debido a una enorme desmotivación con su trabajo en un momento en el que por diferentes razones no podía dejarlo.

Dr. Martin Seligman

Seligman le preguntó cuáles creía ella eran sus principales fortalezas en su trabajo y por qué le parecía eso. Ella le respondió que su gran socialibilidad, el entenderse tan bien con los clientes, le había dado muchísimas satisfacciones. A esto el psicólogo respondió: «OK. Esta es tu fortaleza. Tómala y decídete hoy mismo a encarar tu trabajo desde esa actitud». Y así lo hizo.

Al poco tiempo, como era de esperar, la motivación volvió y la camarera se reconcilió interiormente con su trabajo al recuperar un sentimiento interior de valía personal.

¿Qué sucedió?

Al recordar su alta sociabilidad, que se le daba en forma fácil y natural, traerla al presente y utilizarla como plataforma desde la cual moverse, trabajar, etc. la camarera reproduce una emoción que le causa alegría y buenos resultados. Y lógicamente vuelve a recibir las respuestas positivas y alentadoras de los clientes y recupera su automotivación. No sabemos si continuó en su trabajo varios años más y tampoco aquí es lo importante sino hacer foco en que un período de desaliento se puede cambiar mediante un enfoque personal más motivador.

Las fortalezas personales son como resortes.

LLamamos fortaleza a un rasgo psicológico que te acompaña toda la vida. Por ejemplo: la constancia, la paciencia, la perseverancia, la sociabilidad, la facilidad para encarar situaciones complejas, etc.etc. En síntesis: aquello que se te da en forma natural y simple, que es propio tuyo y está orientado al bien. Tal vez resulta más fácil y claro si las llamamos fortalezas de carácter.

Hay personas que no son del todo concientes de sus fortalezas de carácter hasta que un día en que se dan cuenta de que tienen un don, algo característico de ellos y que no todo el mundo tiene.

Lo novedoso de este enfoque es que por fin alguien te está diciendo: en tu interior, en tu forma de ser, hay un tesoro que no estás utilizando. ¡sácalo afuera!

Muchas veces estamos «distraídos», fuera de nosotros y por tanto más vulnerables a contagiarnos emociones poco alentadoras del entorno. El traer al presente aquello que es tan propio tuyo y que tan bien se te da te ayuda a centrarte en tí y recordarte tu propio valor. Y naturalmente, accionar desde allí.

En el e-book Las 7 Reglas de Oro para motivarte profesionalmente, la Regla 3 dice: Céntrate en tu persona. Es allí donde estás las potencialidades que necesitas para afrontar el presente.

Las 7 reglas de oro para motivarte profesionalmente

Y siempre hay que recordar que las emociones comienzan con un pensamiento. De acuerdo a cómo sea éste, vivirás un estado emocional u otro.

Para comenzar tu reflexión personal, te pregunto:

¿Cuál/les han sido tus fortalezas (de carácter) a lo largo de tu recorrido laboral?

o dicho de otro modo:

¿Cuál es ese rasgo característico tuyo que ha estado siempre presente y te ha ocasionado muchas satisfacciones?

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24 Fortalezas

Seligman junto a un colega estudió a lo largo de 3 intensos años cuáles eran comunes a casi todas las culturas, corrientes filosóficas y grandes religiones y elaboró una lista de 24 fortalezas, agrupadas alrededor de 6 grandes virtudes, que se dan en casi todas las culturas.

De esas 24 aquí hay una pequeña lista que podrías explorar con el fin de sumar alguna fortleza más a tu lista (casi todos nos olvidamos de ciertos talentos personales).

Por qué es útil este enfoque

Porque te sugiere tomar algo de tí en vez de desarrollar una característica que no te es natural sino forzada. Leemos muchas veces sobre el liderazgo en las empresas pero ¿todo el mundo quiere ser líder? ¿todos disfrutarían siéndolo? ¿qué pasa con quienes prefieren un lugar de menor exposición?

Antes de auto-imponernos una determinda característica que tal vez tiene poco que ver con nosotros es más útil profundizar en lo que ya tenemos y aplicarlo en todos los ámbitos de nuestra vida profesional y personal. Si lo haces con determinación y perseverancia en el tiempo lograrás resultados sobresalientes pues, la perseverancia es un predictor de buenos resultados, más que el coeficiente intelectual, según los expertos en neurociencias.

Ahora que ya has detectado algo más sobre tus fortalezas:

¿En qué ámbitos concretos las vas a comenzar a poner en práctica?

¿Qué esperas obtener?

Recuerda que ser y trabajar cada día mejor, está en tus manos.

¡Céntrate en tus fortalezas!

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