015. Cómo enfocar tu pensamiento en forma positiva.

¿Sabías que existen unas formas erróneas de interpretar la realidad? Se trata de las «distorsiones cognitivas» o «errores de pensamiento». Y todos caemos en ellos una o varias veces al día.

En el entorno profesional, donde muchas veces no contamos con la información exacta del porqué se han tomado ciertas decisiones, es muy común razonar de una forma sesgada y si nos sentimos mal o inseguros, aplicar estos «errores de pensamiento». ¿La consecuencia? ¡Nos amargamos antes de tiempo!

Autoevaluándonos

La propuesta es leer el significado de cada «distorsión» para luego responderte esta pregunta:

¿Con cuál/es distorsiones me siento más identificado/a?

Recuerda que para cambiar un pensamiento, antes hay que detectarlo con la mayor precisión posible.

¡Avancemos!

  1. Personalización:

Personalizar significa hacerse cargo de un hecho negativo cuando no existen bases comprobadas para hacerlo. Esta distorsión suele generar mucha culpabilidad.

Ejemplo:
Si tu colega está mal humor, creerte que es algo que tal vez hayas dicho o hecho. Si tu jefe tiene mala cara pensar «seguramente hice algo mal». Y así con todos los aspectos de nuestra realidad.

2) Lectura de Pensamiento:

Es cuando crees que sabes exactamente lo que el otro/los otros están pensando sobre determinada cuestión, con poca o ninguna evidencia contrastable.

Ejemplos:

«Está conmigo por interés, no porque le caigo bien». «Lo que está haciendo es para alterarme». «Seguramente está pensando que soy tonto».

3) Razonamiento emocional: consiste en usar las emociones como única evidencia para evaluar una situación, acontecimiento o creencia.

Ejemplos:
Estar estresado y “ver a tu pareja con los ojos del estrés” (difícil ver algo positivo desde ese estado emocional). Tuviste un problema en el trabajo y ver la vida desde la amargura, todo negativo, sin posibilidad de cambio alguno. Estar nervioso porque tienes una reunión de trabajo muy importante dentro de una semana y verlo todo desde la ansiedad… incapaz de disfrutar del día a día.

4) Adivinación

Se trata de un pensamiento irracional que consiste en hacer una predicción y luego convencerse de que es un hecho ya establecido.

Ejemplos:

“Estoy muy cansado/a. Seguro que tengo algo incurable”. “Estoy seguro/a que el nuevo jefe me va a hacer la vida imposible”.

«Estoy seguro que el nuevo jefe me va a detestar» ¿Cómo te suena?

5) Debeísmo:

Se trata de una “auto imposición”, convertir los deseos o preferencias en una obligación absoluta.  “Tengo qué” y “Debería” son dos expresiones que generan mucha tensión y cortan la espontaneidad pues nos establecen en la dinámica de la obligación.

Ejemplos:
No debo hablar de tal tema”, Tengo que caerle bien a todos”, “Mi matrimonio debería ser …”, “Debería haber alcanzado la situación económica que tiene aquella persona”, Debería estar relajado y feliz”, Tengo que eliminar mi tristeza y desánimo.

Los «tengo que» y «debería» agregan mucha tensión en nuestra vida.
¿De qué otra manera se podría enfocar una cuestión importante?

6) Etiquetas globales:

Son adjetivos calificativos, generalmente negativos,  con el que nos definimos y que exageran la importancia de los errores o las imperfecciones.

Ejemplos: vago, malhumorado, exigente, impulsivo, sensible, fracasado, mandón, infantil, demasiado emotivo, demasiado idealista, agresivo, ingenuo, distraído, etc.

«Soy lenta», «Soy vaga», «Soy torpe», … nos quitan posibilidades de expresar nuestra esencia.

7) Sobregeneralización:

Es transformar un suceso negativo en una regla absoluta de fracaso o mala suerte. Se suelen usar palabras como “siempre”, “nunca”, “todo”, “nadie”, “jamás”, “todos”, “ninguno”, etc.

Ejemplos:

“Siempre me dices eso”, “Nunca hacemos lo que yo deseo”, “Si hoy me puse nervioso en el exámen, siempre me pondré nervioso en los exámenes”. Si he cortado con mi pareja, me digo “Nadie me va a querer”. Si no he sido seleccionado para un determinado puesto de trabajo, pienso “Nunca encontraré un trabajo igual”. La semana me fue bien salvo un problema de una hora en el trabajo. Cuando me preguntan que tal la semana respondo: “La semana ha sido un infierno”

¿Es «siempre»? ¿Es realmente «nunca»? ¿Son «todos»?

8) Pensamiento polarizado o pensamiento de todo-o-nada.

Es la tendencia a evaluar “todo” en términos absolutos (blanco o negro) desconociendo los matices intermedios (grises).

Ejemplos:
“Todo me va mal”, “Que mala suerte tengo en la vida”, “Todos los hombre/mujeres son malos/as”, – “O dejo todo bien ordenado o no me vale”, “Nada me sale bien en el trabajo”

9) Magnificación:

La magnificación incluye 2 tipos de exageraciones:

  1. la catastrofización, que es la exageración de los defectos propios, experiencias negativas y errores.
  2. la exageración de las aptitudes de los otros.

Ejemplos:
Alguien puede estar teniendo dificultades con una tarea del trabajo y pensar : «Esto es horrible. No puedo soportar no saber cómo hacerlo». Ponerse algo nervioso en una primera cita y pensar: “Esto es terrible, como puedo estar tan nervioso, esto es un infierno”. Que un amigo se enfade contigo y decirse: “Es lo peor que me ha pasado en mi vida, no podré soportarlo”. «Me pongo muy nervioso en las entrevistas de trabajo, creo que los entrevistadores son mejores que yo y que saben mucho más»

Y ahora, con humor … ¿ya tienes «tu» distorsión?

Recuerda que todos podemos cambiar la forma en la que encaramos las situaciones. Sólo hace falta tomar conciencia y elaborar un nuevo enfoque. ¡Adelante!

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